La elección del menú es otro de esos detalles que no hay que descuidar en la organización de una boda. Por fortuna, las empresas de catering ofrecemos experiencias previas para que novios y familiares cercanos sepan en todo momento qué van a encontrarse en el día de la boda.
No obstante, elegir un menú de boda no es fácil, de modo que a continuación os indicamos algunas preguntas que no pueden faltar en la prueba de menú.
¿Cuándo hay que celebrar la prueba de menú?
La recomendación más repetida es hacer la prueba de menú unos tres meses antes de la boda. Una vez se sabe la fecha exacta de la prueba, hay que preguntar a los invitados si hay alguna circunstancia especial: tipo de dieta, restricción alimentaria, intolerancia… para comunicarlo al equipo de catering.
¿Con quién compartir la prueba de menú?
De algún modo, la prueba de menú es una forma de adelantarse a los momentos que se vivirán el día de la boda. Para compartir la degustación del menú no faltarán candidatos, la mejor elección son los padres, hermanos o algún amigo íntimo.
¿Qué hay que tener en cuenta durante la degustación?
La prueba de menú no es únicamente comer lo que ofrece el catering, sino valorar, atender la calidad de los ingredientes, el sabor, la presentación, las cantidades, las preferencias propias…
Prestar el mismo servicio en la prueba y en la celebración
Otro aspecto importante a cuidar durante la degustación previa del menú es definir con el proveedor cuántos camareros atenderán durante la boda y confirmar que el trato, en cuanto a calidad, presentación y raciones, será exactamente igual.
Postres y bebidas de acompañamiento
Cuando el menú esté decidido, es momento de hablar de los postres y el servicio de bodega. ¿Qué postre combina mejor con el menú? ¿Cuál es la mejor tarta nupcial? ¿Hay posibilidad de incluir un Candy bar?
Estas mismas preguntas las debemos realizar con la carta de bebidas: vinos, cavas, cócteles, refrescos, aguas, zumos, cafés…
Los menús especiales
Este punto es importante, pues cada vez se tienen más en cuenta posibles necesidades alimentarias de novios, familiares y amigos. Todos los menús deben ser adaptables a opciones vegetarianas, veganas, bajas en sal, y por supuesto no olvidarse de las intolerancias alimentarias.
Las formas de pago
Aunque hablar de dinero siempre es incómodo, durante la prueba es el momento de comenzar a hablar sobre el contrato, los productos y servicios que ofrece el catering, el precio, las formas de pago, las cuotas para cubrir este pago, el total de invitados… cuantas más cosas se dejen claras, mejor será la experiencia durante el día de la boda.
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La prueba de menú: 7 preguntas imprescindibles