Organizar una boda implica un esfuerzo enorme, tanto a nivel económico como desde el aspecto físico y emocional. Los preparativos pueden llevar meses, muchas frustraciones y hasta alguna decepción por no poder cumplir un determinado sueño.
En esta ocasión nos interesamos por el aspecto económico para mostraros algunas ideas para ahorrar dinero en tu boda y que el evento no pierda interés ni emoción.
Organizar la boda con mucha antelación
La previsión y adelantarse al gran día es clave. Muchos servicios a contratar: catering, fotografía, traje de boda y vestido de novia, floristería, música…. se pueden conseguir a un mejor precio si no dejamos que nos pille el toro. Pero por encima de esto, la antelación es aconsejable porque permite comparar entre servicios y contrastar precios.
Atención al número de invitados
Otro de los consejos para ahorrar dinero en tu boda es invitar únicamente a familiares y amigos cercanos, dejando fuera de la lista los compromisos. De este modo no solo saldrás beneficiada en el aspecto económico, sino que posiblemente te librarás de un evento social en el futuro.
Trucos con el vestido de novia
El vestido de novia es uno de los conceptos en los que más dinero se invierte para una boda. Por este motivo, es también un gasto que está sujeto a mucha capacidad de ahorro. ¿Cómo lo conseguimos? Pues poniendo el foco en vestidos de la temporada anterior, pues por esos modelos se pueden pagar hasta 400 euros menos.
Consumo de cercanía y de temporada
En el banquete también se puede ahorrar mucho dinero si acudimos a productos típicos de temporada y que sean de cercanía. Esta misma idea la podemos trasladar a la decoración y a las flores. Con estas claves comprobarás que ahorras bastante dinero.
Invitaciones DIY
Ahorrar dinero en tu boda es posible, pero conlleva un esfuerzo extra. Una de las partidas que nos podemos ahorrar es realizando las invitaciones de manera casera, o elaborando los saquitos de arroz y los pétalos para lanzar a los novios en el núcleo familiar y con amigos.
Casarse en invierno
La temporada alta de bodas es la que va desde el inicio de la primavera hasta el final del verano y algunas semanas de otoño, aproximadamente todo el mes de octubre. El precio a pagar por los salones o las haciendas es más elevado en estos meses. Si decides casarte en invierno, tu cartera lo agradecerá.
Menos decoración, boda más económica
No hablamos de que te cases sin un salón bien decorado, sino de acudir a pequeños trucos como sentar a los comensales en grandes mesas para reducir el número de centros, utilizar lazos en lugar de flores y acudir, siempre que sea posible, a la elaboración propia de los objetos de decoración.