Atender las alergias y dietas especiales de tus invitados en una boda es mucho más que un detalle: es una muestra de cuidado y atención que marca la diferencia. Integrar estas opciones en el menú no tiene por qué romper con la elegancia ni la armonía gastronómica del evento. De hecho, hacerlo bien puede sumar muchos puntos en la experiencia general.
La clave está en hablar desde el primer momento con el equipo de catering sobre alergias y dietas especiales. Asegúrate de que tienen experiencia en adaptar menús sin comprometer el sabor ni la presentación. Hoy en día es posible ofrecer platos sin gluten, sin lactosa, veganos o sin frutos secos que resultan igual de deliciosos.
Una recomendación útil es solicitar a los invitados que indiquen posibles alergias o restricciones al confirmar su asistencia. Así podrás anticiparte con tiempo y coordinarlo todo con el equipo de cocina. También es importante que las opciones adaptadas no se vean “aparte” o “secundarias”. Incluir las alergias y dietas especiales como parte del menú general, con elegancia y coherencia, es un acierto seguro.
Los camareros también deben estar informados. En una boda con muchos invitados, saber qué lleva cada plato puede evitar situaciones incómodas. Gestionar bien las alergias y dietas especiales garantiza que todos los asistentes disfruten al máximo sin preocupaciones ni riesgos.
En resumen: un buen catering no solo debe emocionar con sabores, también debe cuidar de todos.

