En una boda hay que cuidar hasta el más mínimo detalle. Desde el vestido de novia hasta la playlist durante el banquete pasando por la selección y colocación de invitados. Hoy os mostramos algunos secretos sobre las arras de boda.
Origen romano
En la Antigua Roma, las arras se consideraban una garantía de matrimonio y fidelidad. Si se rompía la promesa de lealtad, las arras se perdían. La tradición procede de dar un “arrabón”, que significaba promesa. En realidad mostraban el compromiso del novio y su capacidad para cuidar a la pareja. En España, las arras se introducen en la ceremonia de matrimonio durante la Edad Media.
¿Cuál era su significado?
Las arras de boda han representado muchas cosas a lo largo de la Historia: la garantía de matrimonio, el vínculo de los novios o el pago de la familia del novio a la novia en caso de llegar esta virgen al matrimonio.
En la Antigüedad eran tan importantes que los matrimonios en los que no se presentaban arras no se consideraban válidos, pues estas se consideraban parte de la dote. En la Edad Media, una de las diferencias entre matrimonio y concubinato era la presencia de arras de boda.
¿Qué significan hoy día?
En la actualidad, la entrega de las arras simboliza la unión como pareja en el ámbito económico, la idea de que se está dispuesto a compartir todo y que el dinero no va a suponer ningún problema para el vínculo que se genera con el matrimonio.
Cuántas arras se entregan
La tradición dicta que hay que entregar 13 monedas, 12 de oro y una de platino. Todas han de ser del mismo tamaño. La explicación de esa cantidad se la debemos al rito mozárabe, pues 12 representan a los meses de año y la restante, que antiguamente era de bronce, servía para entregar a los pobres.
Otras teorías mantienen que la número 13, de menor valor, simboliza que en el matrimonio no todo van a ser alegrías.
Novios que cambian las arras
La innovación también ha llegado a las arras de boda. Muchos novios optan por llevar monedas de todo tipo: de curso legal, monedas antiguas, divisas de otro país. Lo que no cambia es que el lugar al que hay que acudir para obtenerlas es a la joyería.
Los materiales más comunes en la actualidad
Las arras en las bodas del presente están elaboradas a partir de plata, oro o plata bañada en oro. También pueden ser de otros metales y dependiendo de su cotización, estas tendrán un precio u otro.
¿Cómo se entregan las arras?
Los niños de la familia o de amigos cercanos son los encargados de llevar las arras hasta el altar. Lo más recomendable es que tengan una edad comprendida entre 5 y 9 años, que estén coordinados por un adulto y que ensayen previamente. Habitualmente los pequeños portan las arras en cestas, bandejas o pequeñas cajas, pero aquí también se aceptan ideas innovadoras.
La madrina es quien debe regalar las arras
Por norma general, la madrina es la encargada de regalar las arras de boda, pero también pueden proceder de una herencia, algo que añade más valor sentimental a este acto imprescindible en la ceremonia.
El intercambio de arras entre los novios
El momento más importante con las arras es la entrega entre los novios. Previamente, el sacerdote debe bendecirlas y entonces el novio las coge y las entrega a la novia, que las recibe con las dos manos abiertas mientras pronuncia “yo recibo”. A continuación ambos se intercambian los papeles y se sella este momento tan importante que tiene como objetivo asegurar la bondad económica en el matrimonio.
En las bodas civiles, la pareja se entrega las arras sin intervención del oficiante y los novios pueden recitar la frase que deseen.
Una boda sin arras
Tras todas estas tradiciones parece que es imposible celebrar una boda sin arras, pero no es así. Su inclusión en la ceremonia es una elección libre de cada pareja y se puede renunciar a ellas sin problema alguno.