Hay parejas que lo comparten todo con sus mascotas. En el día a día ocupan un lugar destacado, las llevan a sus sesiones deportivas o a sus salidas de ocio como un amigo más, e incluso prefieren no dejarlas atrás cuando van de viaje. ¿Cómo iban a prescindir de sus mejores amigos en el día más importante de sus vidas? Una boda con mascotas se ajusta a su estilo de vida.
Por mucho que se confíe en el animal, sin embargo, hay cosas que escapan a nuestro control, sobre todo ante una situación especial que puede generarle tensión. Teniendo en cuenta unos consejos básicos, nada tiene por qué salir mal.
Una boda con mascotas: qué tener en cuenta
1. El papel más adecuado para él
Dependiendo del carácter de animal o de lo adiestrado que esté, se le podrá asignar un papel en detrimento de otro. Hay muchas formas de incluir a un perro, por ejemplo, en una boda: como mensajero en la pedida de mano, como un protagonista más en el «Save the date», de acompañante en las sesiones fotográficas (preboda, postboda o el mismo día del evento), de paje llevando los anillos o un cartel anunciador…
2. Unas sesiones de adiestramiento
Que reciba unas sesiones de adiestramiento es muy recomendable, sobre todo si se la ha atribuido una misión de calado, como portar los anillos al altar. Estas asegurarán que todo salga bien porque, por mucho que se confíe en él, no deja de ser un animal.
Si se prefiere no contar con un profesional, al menos habrá que hacer varios ensayos con él.
3. Sesión de acicalamiento
Existen peluquerías caninas y centros de puesta a punto que son todo un centro de belleza animal. El baño de rigor y el corte de pelo, de necesitarlo, deben estar entre los pasos preparatorios obligados.
Además, es habitual que lleven atuendos especiales, como una pajarita, un pequeño traje o un accesorio similar.
4. La supervisión que necesita
La mascota tiene necesidades especiales que ese día no se podrán cubrir como habitualmente. La pareja no estará para tales menesteres, así que más vale designar a alguien como responsable de darle comida o agua, y llevarle a casa cuando llegue el momento.
Si no se quiere cargar a ningún miembro da la familia o amigo íntimo con tal responsabilidad, se puede contemplar contratar a alguien.
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Una boda con mascotas: qué tener en cuenta