¿Cómo se consigue crear el clima perfecto para que un nutrido grupo de vallisoletanos y un numeroso conjunto de maireneros disfruten y se acuerden para siempre unos de otros? ¿Cómo se hace para que los contrayentes no pierdan la sonrisa ni dejen de bailar en ningún momento? Te lo contamos hablándote de la boda de Marta y Luis.
La mejor forma de abrir boca
Los invitados llegan a toda recepción con muchas ganas. Para satisfacer sus deseos de degustar bocados suculentos, nuestros camareros sirvieron delicias como tostas de guacamole, chupitos de salmorejo con jamón o de mango con chocolate, cazuelitas de arroz con marisco, angulas…
Por supuesto, no faltó el jamón de calidad cortado con maestría, además de una barbacoa de la que salían ricas costillitas. Para calmar su sed, por otra parte, se dispuso la mesa de bebidas con variedad de vinos y cervezas, además de los refrescos y otros que se iban ofreciendo en bandeja.
Un menú cinco estrellas en la boda de Marta y Luis
La caña de lomo ibérica de bellota voló de los platos, como es habitual cuando es de calidad. Ésta dio paso a las gambas blancas de Huelva y a los langostinos tigres y, para abrir la segunda parte, los refrescantes sorbetes, diferentes para ellos y para ellas.
El lomo de bacalao al horno con su ali oli de miel de flores tampoco dejó indiferente, como no lo hizo la carrillera al vino tinto con su guarnición de patatas. Una carne tierna y jugosa que se deshacía en la boca. Y, para terminar, postres que fueron la mejor guinda, pirámide de vainilla para él y tres chocolates para ella. Nos encanta ver cómo unos prueban de las otras y viceversa.
Mientras novios e invitados se divertían como nunca en una boda que contó con dos grupos diferentes de música y un DJ, nuestro personal servía las copas con su saber hacer habitual. La boda de Marta y Luis se vivió con mucha intensidad, puesto que se juntaban en un evento irrepetible personas de puntos muy diferentes de la geografía española, pero iguales en calidad humana y en deseos de arropar a una pareja que no merecía menos.
