Una boda al aire libre es especialmente bienvenida en los meses centrales del año, para disfrutar del frescor de las noches de verano. La meteorología es solo una de las ventajas de estos eventos, ¿quieres conocer algunas más?
No descartar planes B en lo meteorológico
Los espacios al aire libre en verano aseguran, en la mayoría de los casos, una buena meteorología, pero esto siempre se puede torcer con lluvias inesperadas, frío durante la noche o exceso de calor. Por ello debemos elegir espacios con salones interiores que sirvan como alternativa.
Menos desplazamientos
Otra ventaja interesante de celebrar la boda al aire libre es que el mismo espacio puede servir como el lugar para la ceremonia y el posterior convite. Además, en muchas fincas y haciendas existe servicio de habitaciones, por lo que los desplazamientos se reducen y el tiempo se aprovecha mejor.
Unas vistas inmejorables
No importa si tu boda al aire libre es en la playa, en el patio de una hacienda, en un jardín o en medio de una ciudad. Siempre puedes decorar todo el escenario con flores, plantas, elementos naturales y todo tipo de detalles de ornamentación para ganar en romanticismo.
¿Qué mejor escenario para la sesión de fotos?
El campo, la playa, el bosque, la montaña… cualquier escenario es ideal para tomar unas fotos de ensueño. No solo las fotos de los novios, sino todas las fotos con los invitados. Los clásicos photocalls ganan mucho encanto e incluso puede que no sean necesarios si la luz y los colores son los adecuados.
El aperitivo y el banquete con la naturaleza como protagonista
El objetivo de celebrar una boda al aire libre es poder disfrutar de todos los atractivos que estos eventos ofrecen. La buena temperatura, las vistas, la utilidad de realizar la ceremonia y el banquete en el mismo espacio y, cómo no, también este último. En el banquete podrás mimetizarte con la naturaleza, diseñar el seating plan sacando partido de todos los recursos, tener más espacio disponible para alojar a los invitados e incluso organizar una zona de juegos infantiles de mayores dimensiones.
Las bodas al aire libre pueden ser un gran acierto, pero la clave es prepararlas a conciencia y llegar al gran día con ganas de disfrutar, para que quede en el recuerdo como una jornada imborrable.