El anillo de compromiso y las alianzas son joyas que hay que cuidar para mantenerlas en el tiempo. La recomendación generalizada es limpiarlas al menos una vez al año, tarea que se puede ejecutar de manera doméstica o bien acudiendo a una joyería. Vemos cómo limpiar el anillo de compromiso y las alianzas según el material de elaboración.
Anillos de platino
El platino se limpia fácilmente con jabón y un cepillo de dientes suave. Tras esto bastará con pasar una gamuza para sacarle brillo. Si a la hora de limpiar el anillo ves que está muy sucio, puedes probar a usar un poco de amoníaco o bicarbonato sódico con agua y jabón
Anillos de oro
El oro es el metal más común para la joyería nupcial. Se desgasta más que el platino y su limpieza requiere del uso de un limpiador de oro con la ayuda de un paño suave. No utilices nunca detergente o cloro. Si las joyas son de oro blanco, lo recomendable es acudir al joyero para un pulido e inmersión en un baño ultrasónico.
Joyas con piedras preciosas
Si la joya incluye un solitario de diamantes de platino o de oro de primera ley, para limpiarla necesitas agua, lavavajillas manual y un poco de amoníaco. Se introduce el anillo durante unos minutos en esa solución y pasado ese tiempo se frota con un cepillo suave de cerdas naturales. Tras esto, toca aclarar con agua corriente. Finalmente, seca la joya con una gamuza que no deje hilos. Aquí sí es importante acudir a un joyero si no se está muy convencido de esta tarea.
Además de estas recomendaciones, los expertos advierten que la mejor forma de guardar los anillos es en un joyero con anillero separado del resto de sortijas, sobre todo si incluye un solitario de diamantes. Estos pueden llegar a ser muy punzantes y provocar daños sobre otras joyas.