Aunque no se suela reparar en ello, lo de cómo llevar el ramo de novia no es cuestión baladí. También tiene su protocolo y seguirlo implica no arriesgar más de la cuenta.
Si lo tienes claro, perfecto, es tu boda y tienes todo el derecho a elegir los detalles que más te gusten. Si no, aquí te dejamos una guía útil.
Consejos sobre cómo llevar el ramo de novia
Ojo al tamaño
Recuerda que el ramo de novia es un complemento para resaltar tu feminidad, no un aparatoso accesorio que te reste protagonismo, ni a ti ni a tu pareja. Si eres fan de los maxi ramos, juega con la disposición de forma que no sea vea demasiado voluminoso a lo ancho.
Acertarás con un ramo de tamaño medio o con un mini ramo de flores bien escogidas, que quede muy elegante.
Sujétalo como es debido
Seguro que en la floristería te indicarán cómo llevar el ramo de novia para que no parezca una cosa inútil que hubiera sido mejor dejar en casa. No es la copa del Mundial para llevarlo muy arriba, ni un bolso de mano para lo contrario.
Por regla general, llevarlo a la altura del abdomen con el brazo doblado es lo ideal. Hay que sujetarlo con dos manos durante la ceremonia, aunque antes y después deba bastar con una para poder agarrarse al padrino. De nuevo, ojo con el tamaño.
Hasta cuándo llevarlo
Hasta que paséis por las mesas y tengáis que portar los regalos, si así lo habéis decidido, puedes tener tu ramo contigo. Puedes sujetarlo en todo momento, a excepción del intercambio de anillos y arras durante la ceremonia, o cuando firmes el acto matrimonial. Durante la comida, lo puedes poner en un lugar visible.
El final del ramo lo decidirás tú. Lo puedes lanzar a las invitadas, secarlo y encuadrarlo para tenerlo siempre o ponerlo en agua al día siguiente hasta que las flores se marchiten.
Cómo llevar el ramo de novia con estilo: consejos y protocolo
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