Después de los contrayentes, sus padres y hermanos son los que concentran más atención el día de la boda. Pero no se trata solo de que luzcan perfectos, sino de que estén a la altura del evento. Y a buen seguro lo estarán, aunque en esta ocasión nos detenemos en el papel protagonista de la madre de la novia.
No suele ir de madrina, de dama de honor o de paje. Pero, sin tener tan destacada función, está presente, notándose o no, en todos los momentos del gran día de su hija. En la mayoría de los casos, desde que abre los ojos por la mañana.
Pero, ¿qué se espera de la madre de la novia?
1. Apoyo y comprensión
Puede que haya decisiones que los novios tomen y que no gusten a la madre de la novia, pero deberá hacer un ejercicio de comprensión y apoyarles. Los contrayentes se sentirán mucho más felices y seguros si saben que cuentan con el beneplácito de sus familiares en todo lo que respecta a la boda. Siempre y cuando, claro, hablemos de cosas razonables.
2. Asesoramiento
Y es que pese a querer de forma incondicional y mostrar apoyo sin paliativos, una madre también es más consciente que nadie de esos «puntos débiles» de sus hijos. Con mucho cariño y paciencia, debe aconsejar a su hija en torno a la apariencia y otros detalles. Eso sí, debe saber cuándo retirarse, dejar hacer o permanecer en un segundo plano.
3. Ayuda en la organización
Es aplicable lo anterior. Aunque sea obstinada en algunos detalles y/o quiera supervisar ciertos procesos ella misma y solo ella, necesitará ayuda con la organización. Desde escribir los nombres de los invitados en los sobres a elegir las flores, nadie mejor que quien lleva toda la vida organizando eventos importantes en torno a su hija.
Y para la novia…
Si eres la novia, invita a tu madre a participar, ten paciencia y confía en su criterio. Nadie te conoce mejor que ella, y probablemente esté tan ilusionada como tú. Quiere verte feliz.
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El papel protagonista de la madre de la novia