Organizar una boda puede llegar a ser una prueba de fuego para los novios. Considerando unas claves, no solo se saldrá airoso (que es lo más habitual), sino también disfrutar de los preparativos. Y es que estos tendrán lugar solo una vez en la vida.
Hacerse las preguntas previas a la organización de una boda
¿Qué época del año es la que más gusta a la pareja?, ¿qué tipo de enlace será?, ¿tendrá hilo conductor o temática?, ¿dónde se va a celebrar? Y, más importante aún, ¿cuál será el presupuesto?
Elegir localización y fecha
Una vez se respondan las preguntas básicas, hay que elegir dónde tendrá lugar la ceremonia y dónde el banquete y la celebración. Y, por supuesto, reservar con un año mínimo de antelación, aunque mejor con más tiempo.
Comunicación y consenso con la pareja
La cuestión del presupuesto, por ejemplo, suele provocar desencuentros al organizar una boda. Es mejor marcar unas líneas rojas y respetarlas siempre, para que la organización no repercuta en la armonía de la pareja.
Estructurar las acciones por tiempo
Si se tiene claro qué tipo de boda se quiere, también se tendrá qué requiere organizarla, a qué se puede dar prioridad y qué se puede ir haciendo poco a poco.
Compara para no salirte del presupuesto
Internet se convertirá en el mejor aliado de la pareja para comparar y poder ahorrar.
Agenda y calendario beauty
El mercado ofrece muchas posibilidades. Hazte con agendas y calendarios para fijar tareas en plazos: 9 meses; antes buscar los trajes; 6 meses antes: reservar el viaje de novios; 4 meses antes organizar las invitaciones, etc.
Elimina lo que no es importante
Hay que centrarse en lo que se quiere, localizar lo imprescindible y no dejarse llevar ni por la tendencia ni por lo que hagan otros. Cada boda es única, no hacen falta más quebraderos de cabeza.
Saber delegar
Fundamental. En familiares y amigos íntimos, en el salón y el catering o en el wedding planner. Delegar para combatir el agobio y poder disfrutar.
No perder de vista la personalidad de los novios
Relacionado con eliminar lo que no es importante, sentir que es la boda que realmente quería la pareja.
¡Disfrutar!
Parece evidente y, para algunos, no lo es. Disfrutar no solo de la boda, sino también de su organización. Y para ello hay que poner en práctica lo anterior.
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