El pasado 22 de junio fue uno de los días más especiales en las vidas de Silvia y Luis. Finalmente, acabaron dándose el sí quiero. Tras meses de preparativos, la boda por fin llegó, y la celebración fue en San Luis de Mejina, una majestuosa hacienda en Espartinas.
Un sábado soleado, como corresponde al primer fin de semana de verano, ellos reunieron a todos sus amigos y familiares en torno a decenas de mesas, y como no podía ser de otro modo, contaron con la colaboración de Catering El Cine.
Como es costumbre, nuestro personal de servicio atendió amablemente todas las necesidades de los invitados, que pudieron degustar nuestros tradicionales aperitivos previos al gran banquete. No faltó en esa fase de la celebración nuestro maestro cortador de jamón, una gran selección de quesos y bocados tan clásicos ya en nuestro menú como el gazpacho de remolachas.
San Luis de Mejina, un espacio único para una boda
Se dice habitualmente de las haciendas que todas son marcos excepcionales para celebrar bodas y grandes reuniones familiares, pero es que al hablar de San Luis de Mejina no erramos en absoluto.
La finca está declarada como Patrimonio Inmueble de Andalucía y los frondosos jardines, así como su patio inundado de especies vegetales, fueron de gran ayuda para paliar el intenso primer calor veraniego.
El banquete, que tuvo lugar al aire libre, fue diseñado de tal modo que los invitados pudieran fusionarse con los jardines de San Luis de Mejina. Hubo tiempo en la boda, antes y después del banquete, para que los novios compartieran buenos ratos con familiares y amigos, especialmente Silvia, que se mostró radiante en todo momento.
Una vez finalizado el banquete, comenzó la fiesta final, a la que tampoco le faltó un toque dulce, con decenas de rosquillas de todos los sabores: tradicionales, de chocolate o glaseadas, entre otros productos para endulzar el paladar.
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Boda de Silvia y Luis en San Luis de Mejina